Cuando morir era tan hermoso
como aparecer en el mundo…
cuando vivir
era sólo vivir, amigos…
VIVIR
Teníamos
que haber nacido en aquella época de las diligencias,
al
menos en aquella
en que
sólo existían los trenes
con sus
máquinas de vapor envueltas
en sus
señales de humo.
También
hubiera sido magnífico
nacer
en aquellos tiempos
en que
los barcos desplegaban sus velas
o en la
época, al menos, de los peregrinos,
de los
caminantes,
de
venta en venta, de convento en convento,
de
castillo en castillo.
Teníamos
de haber nacido
cuando
vivíamos de la caza,
no
digamos
en la
época en que inventamos el fuego
y nos
organizábamos en pequeñas asambleas y tribus,
rodeando
las hogueras,
el
misterio entrañable de sus llamas.
En
aquellos tiempos
en que
nos refugiábamos en las cuevas
y
pitábamos bisontes en las paredes desnudas
¡fue lo
primero que hizo
el alma
cuando abrió los ojos!
Teníamos
de haber nacido cuando vivíamos en los árboles
¡la
alegría
nació
en aquellos tiempos!
mirábamos
atónitos los bosques
y la
tierra era virgen y nos cubríamos
con
hojas y con raíces
cuando sólo
éramos naturaleza.
En
aquel tiempo
de los
primeros amantes,
de los
primeros soñadores.
En la
época de los primeros descubrimientos
y de
las primeras sorpresas,
antes
de que empezaran a volar las primeras palabras
y las
primeras ideas.
¡Que
cortas y engañosas alas!
Cuando
vivíamos juntos
Los
árboles, los hombres y las aves
Y aún
no extendía su ceguera
Nuestra
razón delirante.
Cuando
morir era tan hermoso
Como
aparecer en el mundo…
Cuando
vivir
Era
sólo vivir, amigos…
JESUS
LIZANO
T'ho prec prestat per a repoblament.
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